Son una gran alternativa por su fácil instalación y apariencia atractiva. Te decimos cómo limpiarlos y qué productos usar.
Los pisos laminados tienen todo a su favor para darle un toque moderno y acogedor a tu casa: una apariencia cálida con una fácil instalación y precio asequible. Si quieres que estas piezas luzcan como nuevas durante muchos años debes instalarlas, limpiarlas y brindarle los cuidados adecuados. Te decimos cómo hacerlo.
1. Solo en ambientes secos. Los pisos laminados no deben ser instalados en espacios extremadamente húmedos o en exteriores, como baños, cocinas y patios, pues ante un accidente con agua pueden hincharse, indica la arquitecta María del Carmen Orihuela. Son ideales para salas, comedores y dormitorios.
2. Sobre superficies lisas. Si bien los pisos laminados pueden instalarse sobre suelos de concreto, cerámicos o parqué, el arquitecto Gonzalo Valega Rey, de Ecke Arquitectos, indica que la superficie debe estar lo más nivelada posible. “Una mala instalación puede ocasionar que las piezas se levanten por la dilatación o se separen entre sí, generando una mala apariencia”, recalca.
Si el suelo tiene un ligero desnivel –máximo 3 mm- puedes emparejarlo colocando espuma de poliestileno antes de instalar el piso laminado. Este material también reduce el impacto sonoro.
3. Limpieza diaria. El aseo de los pisos laminados es sencillo, solo debes pasar un paño suave y seco (algodón o microfibra) y luego barrer con una escoba de cerdas suaves. “Si quieres trapear, asegúrate de que el trapo esté solo ligeramente húmedo para evitar que el agua se filtre por las uniones. Luego seca con un paño suave”, recomienda Orihuela. Para una limpieza más profunda, usa limpiadores especiales para este tipo de piso, los encuentras para diluir en agua o aplicar directamente al trapo.
El modo correcto de pasar la escoba y el trapeador es siguiendo el largo de las piezas, así retirarás todos los residuos que hayan entre las tablas.
4. No uses paños abrasivos. Para evitar que se arañe la superficie evita los paños abrasivos para limpiar el piso. También evita el uso de detergentes, cloro o thinner, porque puedes arañar y opacar tu piso laminado.
5. Dile adiós a la cera. Los pisos laminados no necesitan ningún tipo de cera, puesto que ya vienen con un acabado mate o brillante. Si lo enceras o aplicas un producto oleoso opacarás su apariencia y el polvo se pegarás con más facilidad, además, la humedad ingresará con mayor facilidad en las uniones de las tablas.
â–º Claves para evitar que la humedad dañe tu vivienda
6. Seca rápidamente. Si derramas agua, jugo u otro líquido, coloca un paño hasta retirarlo por completo y luego pasa un trapo seco. Si lo dejas por mucho tiempo el piso laminado se hinchará y se levantarán las esquinas de la capa superior.
7. Cuidado con las mascotas. Si tienes perros o gatos en casa debes mantener sus uñas cortas, pues si bien los pisos laminados son resistentes a los arañazos, el paso constante de tus mascotas por la misma zona puede ocasionar rayones. Orihuela indica que los modelos texturados son los más recomendables en estos casos, pues los relieves ocultan los pequeños daños.
8. Coloca tapetes. Coloca alfombras limpiapié en el ingreso de la casa para que los zapatos no arrastren el polvo y las pequeñas piedras de la calle, estas pueden dañar la superficie.
9. Levanta los muebles. Evita arrastrar los sofás, cómodas, camas o algún otro mueble al momento de limpiar porque arañarás la superficie. Se recomienda cargarlos aunque la distancia sea corta.
10. Cambio de piezas. “La ventaja de los pisos laminados es que las piezas se cambian de manera sencilla pues van ensambladas entre sí, a diferencia de los pisos de madera que se pegan al contrapiso”, explica el arquitecto Valega Rey. Si se dañó alguna tabla solo debes reemplazar la parte afectada y volver a colocar las tablas como un rompecabezas.
Ahora que ya conoces las ventajas y cuidados de este cálido piso puedes mantenerlo siempre como nuevo. Si quieres descubrir los diferentes modelos de piso laminado ingresa a este enlace.